lunes, 12 de marzo de 2012

Banif - La economía china sigue contando con unos fundamentales robustos.

Banif. En 2012 y en los años venideros esperamos un crecimiento más moderado pero de mayor calidad en el gigante asiático. A fin de cuentas, menos dependiente del ciclo global (exportaciones), menos artificial (infraestructuras) y más equilibrado (consumo). No preocupa tanto la capacidad de crecimiento de China como si esta es sostenible. La clave se sitúa en la estrategia de “rebalanceo” hacia un modelo de crecimiento más dependiente de la demanda interna. Reducir el peso de la inversión en el PIB (en el entorno del 45% los últimos años) y aumentar la capacidad de consumo de las familias (peso: 37% vs 70% en promedio en economías avanzadas) es de suma importancia. La economía china sigue contando con unos fundamentales robustos: a) nivel de endeudamiento público bajo (alrededor del 44% del PIB), b) nivel de déficit público reducido (1,6% del PIB estimado en 2011), c) tasa de ahorro familiar alta (45% sobre renta disponible), y d) saldo de la balanza por cuenta corriente superavitaria (por encima del 5% del PIB estimado en 2011). El Gobierno chino se ha planteado como objetivo que sus ciudadanos ahorren menos y, por el momento, lo está consiguiendo con objetivo que en los próximos años el consumo privado siga creciendo a tasas superiores al 15% en términos reales.

La conclusión es que las cifras recientes en China apuntalan nuestra previsión de proceso de moderación no traumática, aún reconociendo los riesgos derivados del ciclo global y, de manera doméstica, de una corrección desordenada del sector residencial. En este último punto recordamos que las burbujas inmobiliarias, como las que se han visto en el último ciclo expansivo en algunas economías OCDE (EEUU, el Reino Unido o España), comparten las mismas características: (i) promotores altamente apalancados, (ii) inversores altamente apalancados, (iii) estándares crediticios excesivamente laxos, (iv) el motivo inversión determina un elevado porcentaje de las adquisiciones de vivienda. Pero ninguna de estas características es aplicable a China: (a) la exposición bancaria al sector residencial promedia un 23% de su balance, (b) la ratio promedio de apalancamiento de los promotores es inferior al 35%, (c) el 89% de los compradores ocupa la vivienda, sólo el 11% lo hace con motivo inversión, (d) el 23% de los primeros compradores de vivienda y el 53% de los inversores pagan el 100% de su valor en liquidez, (e) el apalancamiento promedio de los compradores para financiar la misma es del 56%, (f) el 4% de las ventas son en ciudades Tier1; el 66% en Tier3, donde los precios son un 70% inferiores a los de Tier1, (g) los depósitos domésticos con los bancos totalizan 5,2 billones de dólares (4.000 USD por depositante), a pesar de los tipos de interés reales negativos de los últimos 19 meses. Y no hay que olvidar que el éxito en la gestión de las áreas de riesgo a lo largo de la última década por parte de las autoridades chinas está contrastado. Banif.