Está claro que lo de Egipto era más bien una excusa para recoger beneficios y cargar las pilas a la espera de más batallas. Porque ahora mismo no hay ni rastro del miedo que había ayer a estas horas. Cierto que el petróleo Brent cotiza ligeramente por encima de los 100 dólares por barril, pero la sangre de momento no llega al río porque el principal temor de los operadores –que se paralice el tráfico por el Canal de Suez, cordón umbilical entre Europa y Oriente medio- parece ahora muy lejano.
Con todo, no se puede dar al problema por soluciona porque tal y como recuerdan los analistas de Link Securities, habrá que seguir la jornada de huelga general y la gran manifestación convocada por la oposición para determinar cual podría ser la solución final. El problema es que, de no controlarse los problemas rápidamente, la revuelta podría extenderse a más países.